Charlie no recerda el día, el mes ni el año en el que os conocisteis; pero sabe que fue en verano. No recuerda cuál fue vuestra primera conversación. Ni lo que llevaba puesto. Ha olvidado vuestro primer cumpleaños juntas, vuestra primera fiesta del pijama, el niño que os gustaba entonces, la canción de aquel verano y si lo visteis venir.
Lo que nunca olvidará es lo mucho que os unió el tenis (tópico pero cierto, dos niñas que se hacen inseparables por jugar juntas). Recuerda tu número de móvil (y no el suyo, para eso te tiene a ti); recuerda tu dirección en la Calle de la Tierra, lo buenas que están las croquetas de tu abuela de Cobas; recuerda que batisteis el récord de la llamada más larga de la historia; que, durante un tiempo, compartisteis mascota.
Por supuesto cabe nombrar aquello que ha acompañado a aquellas dos niñas, que recorrían los caminos del Club de Campo siempre juntas, mientras crecían. Recuerda su primera pala de pádel, y la tuya. Y que sois la vigente pareja más competitiva desde febrero de 2007. Y, aunque esto no represente ni una veinteaba parte de todo lo que habeis compartido (que Charlie recuerde), sabes, si algún día llegas a leer esto, que, aunque Charlie no haga una lista de "xQ's" infinita como antaño, sabe que una gran parte de su vida y de sus recuerdos son compartidos contigo. Y sabe, también, que es como es y hace lo que hace, en parte, gracias a ti.
Lo que no ha olvidado es que aquel día de aquel mes del verano de aquel año conoció a la amiga a la que a penas ve, pero a la primera que llama, en la que más confía, con la que más ríe y más llora y con la que nunca, que ella recuerde, se ha peleado.
Alguna vez se ha preguntado si esto terminará algún día. Charlie jura, por todo lo que más quiere, que nada ni nadie conseguirá separaros.
