Me fascinaba la mezcla de culturas y colores de la ciudad. Allí hay sitio para todos y se respira un ambiente sin prejuicios. Londres tiene siempre la mirada puesta en el futuro y se mueve a pasos agigantados, pero todos esos cambios y avances tienen como telón de fondo una historia cultural increíblemente rica.
Vivíamos en Newcross, en el sureste de Londres, entre Elephant y Castle y London Bridge. Nos encantaba porque rebosa alegría y está tan cerca del centro... Pero no es para todos los gustos; la zona no tiene muy buena fama y es muy urbana, aunque eso era precisamente lo que nos inspiraba.
Adorábamos, y lo seguimos haciendo, caminar por la ciudad, aunque nuestros paseos eran tranquilos. Mi ruta favorita iba a lo largo del South Bank: desde el London Eye a Tower Bridge, pasando por la Galería Hayward, el National Film Theater, la Torre OXO, la Tate Modern y el Globe. Pasábamos un rato en el mercado de Borough y después nos despedíamos del día con una pinta en "The Garrison" en Bermondsey Street. No he encontrado otra pinta igual, ni una compañía mejor.
