En Cualquier Otra Parte
luns, 8 de febreiro de 2010
Up in the air
-Imaginate que coges una mochila. Quiero que sientas las asas en tus hombros.
-Hecho.
-Ahora ábrela. Quiero que metas en ella todo lo que tengas.
-¿PERDONA?
-Todo. Empezando por lo más pequeño. Vacía las estanterías, las joyas, todo. Después comienza a meter cosas más grandes; ropa, calzado, utensilios de cocina...¿Sientes su peso?
-Sorprendentemente ¡SÍ!
-Y para terminar introduce en ella lo más grande; tu sofá, tu cama, las mesas, etc. ¿Lo notas?¿El peso?
-(Asentí)
-Es una carga con la que convives día a día. Aunque te pese no puedes parar, nunca. Bien, ahora quiero que la quemes.
-(le miré atónita pero sabiendo que no bromeaba)
-¿Lista?
-Todo lo lista que se puede estar. (Le prendí fuego imaginariamente a todas mis posesiones)
-¿No te sientes mucho más ligera?
-La verdad es que sí.
-Muy bien. Ahora quiero que cojas otra mochila.
-Me está gustando esto. (Sonreí)
-Perfecto. Ahora mete e todo el mundo que conozcas, empezando por los conocidos, amigos de amigos, compañeros de clase...Después introduce en ella a tus amigos, esos de la segunda y tercera dimension de la que tanto hablas, esos que te han visto llorar.
-Todos dentro (Dije con cierta reticencia)
-Ahora es el turno de tus seres más queridos, tu familia, tus mejores amigos...
-Vale.
-Comparado con esto el peso de antes no es nada ¿verdad?
-(Asentí)¿Ahora no tendré que quemar esta también no?
-(Me miró con una expresión de duda en la cara) Pués era lo que tenía pensado que hicieses.
-JAMÁS!
-Pero son el mayor peso, ese que impide que te muevas. Hacen que vivas más lentamente. Sin ellos te sentirás liberada.
-¡Estás muy equivocado! Y ahora seré yo la que te de una lección a ti.
-(Permaneció callado, expectante)
-Vale, piensa en los momentos más felices de tu vida, en los que mejor lo hayas pasado. ¿Los tienes?
-(Dudo) Creo que sí.
-Bien, ¿estás sólo en esos momentos?¿O hay gente a la que quieres a tu alrededor?¿Gente con la que disfrutas?
-Ha-ha-hay gente, mucha gente.
-Genial. Es el momento de que pienses en los malos momentos, los días francamente malos de tu vida ¿estabas sólo?
-Sí, en la mayoría sí.
-Creo que los hechos hablan por sí solos. Las relaciones con la gente de nuestro alrededor puede que hagan que vivamos más lentamente, pero son las que nos mantienen vivos.
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