En Cualquier Otra Parte

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venres, 31 de decembro de 2010

Noche de Noches.

Todo el mundo en la Ciudad de las Olas vive preparándose para cada 31 de Diciembre. Piensas, día tras día, en tu vestido ideal, en el pelo, en los amigos, en el lugar, ... Y sueñas con el momento en el que bajarás del carruaje con el perfecto atuendo.
Hay que andar por la calle prestando atención a cada escaparate, por que en él podría estar el vestido de tu vida; hay que experimentar el nerviosismo de pensar dónde irás, de esperar que todos vayan; hay que pasar esa tarde con tus amigos, planear cada detalle de la noche y disfrutar sólo pensando en lo genial que será; hay que gritarle a Ramoncín para que, de una maldita vez, dé el Reloj de la Puerta del Sol las doce campanadas; hay que tragarse las uvas a toda prisa, felicitar a los tuyos el año entrante lo más rápido posible, para poder correr a tu habitación y retocar los últimos detalles; hay que meter prisa a tus padres, porque tanto la noche como tú sois jóvenes, pero no por mucho tiempo, y hay que llegar a casa de una de las mejores amigas, para abrir la puerta del coche y que la emoción se apodere de ti al reunirte con esos que han estado y estarán ahí siempre, año tras año, ya sea en el 2010 como en el 2050, y ser los primeros en brindar juntos por el nuevo año, o por lo que sea. En definitiva, hay que vivirlo para entenderlo.
Es la noche más especial, la noche que se celebra y se recuerda de por vida.
En momentos como este, recuerdas tu primer día 31, en un Club de Campo Ferrolano casi desconocido para ti, aunque durante el resto del año fuese tu segunda casa. Recuerdas como Antonio, Mari Carmen y Marina te sonríen radiantes por la genial diferencia entre tu nuevo vestido y tu usual atavío de tenis.
Sí, recuerdas tu primer fin de año con todo el cariño con el que se puede recordar uno de los momento más mágicos en la vida de alguien, por lo menos en este pequeño rincón de la Tierra. Y al recorldarlo, año tras año, piensas que será el primer momento de otros.
Charlie se ha puesto a recordarlo hoy, mejor dicho ayer, y se ha sorprendido al descubrir que a esa otra persona a la que le tocará vivir esa genial experiencia, es a la pequeña Iria. Le parece que fue ayer cuando la escuchaba decir "en cuatro años me toca a mi", con una cara de emoción digna de admirar, al menos para alguien que no vive un 31 de Diciembre. Pués bien, el momento ha llegado. Se ha pasado el año mirando cada escaparate, pensando en el lugar, quién irá, y quién no.
Mañana Iria se despertará deseosa de ir a la peluquería, de salir con sus amigas esa tarde y hablar, emocionadas, de la gran noche, tomará las uvas a toda prisa mientras su hermana grita a Ramoncín para que terminen de una vez, y juntas, por primera vez, correrán a dar los últimos retoques a su atuendo, bajarán las escaleras y mientras reciben elogios y ella posa ante las cámaras de los familiares; Charlie, como cada año, buscará desesperada la entrada, o el DNI, o el bolso, o el móvil, o las llaves, o todo a la vez. Nunca falla.

Querida Iria, deseo que este sea nuestro mejor 31 de Diciembre. Te quiere,
CHARLIE ECO SIERRA

Y Feliz Año a todos. =)