Juro que Madrid es la ciudad que más odio en este mundo.
Las chonis son más y peores, los hombres trajeados son machista, al menos cuando van ebrios, y el tiempo... Qué clase de mierda de tiempo es este? Llueve y hace frio. En la Ciudad Condal hacía sol, y estabamos a 20 fantásticos grados.
Ni John y los suyos consiguen animarme...
Además odio la música en modo "random", o aleatorio para todos aquellos ignorantes perdidos por la red que, pobrecillos, han acabado en este pseudoblog. Al tema, odio esa música, al igual que el abuso de la palabra surrealista, las carreras en las medias o la "música", aunque en este caso lo considero una violación en toda regla de la palabra, de Bunbury (aledaño madrileño tenía que ser...).
Y volviendo al tema de la música random la cuestión es que por mucho que la odie la escucho... y sabeis porqué? Porque estoy abandonada en Atocha y no me da la gana de sacarme del bolsillo el ipod touch y cambiarlo. La única solución que encuentro es vegetar cada vez que no me gusta la canción.
Además un AVE con destino Barcelona-Sants instalado en la vía que está justo frente a mi no deja de incitarme a salir corriendo, saltar la vaya, esquivar a los guardas, traspasar el control, volver a esquivar otro aquelarre de policía, esta vez con pastores alemanes, subir al tren en marcha y abandonar esta condenada ciudad de las narices. Haced que el maldito tren salga ya!!!
Puede que la situación no sea tan mala pero el período hace que todo sea mucho peor de lo que realmente es, y si estuviera en plenas facultades mentales jamás habría hecho referencia a mi menstruación, pero ahora os fastidiais y lo leeis.
Por suerte pronto vendrán a buscarme; el AVE a Barcelona ya sale así que no tengo tiempo para cogerlo, suena "Twist and Shout" y tengo en mi poder una bolsa de lacasitos. Si no fuera por esto ya llevaría un rato suplicando mi muerte. He dicho.
