No suelo hacer críticas ni entradas políticas, por dos razones que considero más que suficientes: 1- No creo que a mucha gente le interese mi impresión sobre la política en general, y 2- Nunca hablo de política (con mis amigos) porque podría llevarnos a un conflicto que prefiero ahorrarme, y no pretendo hacer de este blog un tablón de debate político en el que algún derechista camuflado pudiese blasfemar un rato y decir algún decadente comentario que haría hervir mi sangre (Melodi). ¡PERO esta ha sido la gota que ha colmado el vaso!
Bienvenidos seais todos y todas a la primera de las muchas aberraciones que el que se autoprevé próximo gobierno de este nuestro país cometerá. Parece mentira que, después de una dura dictadura y una no tan dura transición, haya gente que se permita atentar con el Estado de Derecho que tanto ha costado conseguir, y encima, proclame a los cuatro vientos que actúa en su nombre. La única de las grandes oportunidades que tenía este país para combatir e intentar acabar con los apestosos restos del franquismo se ha ido a pique.
Enhorabuena derecha española, hay un nuevo trofeo en las vitrinas del conservadurismo castellano (y aledaños), y se hace llamar Garzón.
